Noia es una pequeña ciudad costera situada al sur de la desembocadura del río Tambre, en la provincia de A Coruña, en la que conviven cerca de 15.000 habitantes. La ciudad cuenta con una enorme diversidad de servicios y es capital de la comarca homónima.
El municipio de Noia ocupa el fondo de la ría de Muros y Noia, la más septentrional de las cuatro grandes del sur de Galicia. El río Tambre, le sirve de separación del ayuntamiento de Outes, mientras que al sur y al este limita con el ayuntamiento de Lousame mediante una larga e irregular línea limítrofe que no sigue hitos naturales de demarcación. Municipios limítrofes de Noia también son Brión al nordeste y Porto do Son al suroeste.
Noia cuenta con uno de los cascos antiguos más importantes de Galicia donde se erige como punto central la iglesia de San Martiño. Igualmente se encuentra en este Ayuntamiento uno de los cementerios más antiguos de Europa, famoso por sus lápidas “laudas” gremiales. Asimismo posee varias playas de cierta relevancia como las de Testal, Taramancos y Boa que lo convierten un municipio caracterizado por la relevancia de su interés turístico.
Es destacable la importancia medioambiental de la zona por poseer ecosistemas de montaña, costeros y fluviales en un limitado espacio geográfico, destacando especialmente la riqueza ornitológica, así como los extensos bancos marisqueros, donde la extracción del berberecho y la almeja en las zonas arenosas de la ría, se presenta como una de las actividades más importantes a nivel municipal y comarcal.
Ciudad de leyenda donde las haya, la cultura popular cuenta que su nombre deriva de «Noé», en referencia al personaje Bíblico. Más reciente pero no menos sorprende es la leyenda que gira en torno a la torre inacabada de San Martiño. Se dice que, cuando se construyó la Iglesia de San Martiño iba a contar con dos almenas idénticas, pero que la maldición que caía sobre la torre impidió al constructor acabarla. En los años 70, un joven cineasta, Guerín, grabó en la localidad su película La Campana del Infierno. Guerín reconstruyó con cartón piedra el campanario que le faltaba a una de las torres y fue cuando, al llegar a la última secuencia de su película, cayó al vacío desde la torre y falleció. Maldición o mito, lo cierto es que 600 años después la Iglesia de San Martiño sigue sin estar terminada, y se ha convertido en el icono de la ciudad.
El campanario maldito de Noia y otras curiosidades
Muchas son las leyendas que giran en torno al campanario maldito de Noia